Tener la oportunidad de ser ministro de Estado es una gran experiencia profesional, pero también de servicio. Sin embargo, vivirlo en medio de un estallido social y una pandemia mundial, como le tocó a Lucas Palacios, cambia la perspectiva de las cosas.

El egresado de Ingeniería Comercial UC y actual rector de Inacap fue entrevistado por su hijo y también estudiante de la carrera, Domingo Palacios.

Lucas contó cómo llegó a escoger qué estudios superiores seguir: “Lo que busqué fue hacer de mi carrera una experiencia para poder descubrir aquello que me llenaba el alma. Y es que estudiar no se trata solo de “pasar” la universidad, sino de vivirla a concho. Eso es muy enriquecedor. Si les puedo dar un consejo es que tomen todas las oportunidades que les den. Únanse a trabajos, a misiones, a los centros de alumnos. Ríanse mucho, conversen en el patio y cuestiónense cosas”.

“Al egresar, mi esposa Francisca y yo tuvimos muy buenos trabajos rápidamente. Estábamos en una situación muy aspiracional. Con buenos sueldos y muy monótonas. Pero irnos para allá fue un acto de rebeldía, respecto a lo que pensamos que podía cambiar realidades. Queríamos tratar de dar más profundidad a nuestro quehacer diario”, contó Palacios al referirse al periodo de su vida en la que decidió radicarse en la comuna de Cunco, en la Región de La Araucanía, al sur de nuestro país. Llegaron ahí a través de Jóvenes al Servicio de Chile. Tomaron esa decisión pese a que Lucas había sido aceptado en un programa de MBA en Estados Unidos. La razón: poder colaborar en el servicio público.

Esta fue una experiencia que marcó su vida: “Al salir de la mejor Facultad para estudiar Economía en Chile, uno tiende a pensar que se las sabe todas. Pero al constatar la teoría con la realidad, me di cuenta de que tenía aún mucho por aprender. Conocí a gente que piensa diametralmente distinto a mí y lograron que me cuestionara mi manera de ver las cosas. Me enseñaron que la verdad puede tener distintas perspectivas. Entonces no hay que cerrarse para poder al menos entender cómo los demás analizan las cosas que les ocurren”.

“Es distinto ver la pobreza desde la política pública que verla con las personas que la viven. Asimismo, no es igual hablar de falta de oportunidades al verla en una ecuación de productividad, que cuando conoces a alguien que sufre sus efectos”, reflexionó.

Servicio Público: trabajar por Chile

Lucas Palacios fue electo concejal por la Comuna de Puente Alto en 2004. Posteriormente, en 2011, llegó al Ministerio de Hacienda como director de Presupuesto. Fue ahí que colaboró y conoció a Sebastián Piñera, en su primer mandato, quien, un año después, le confiaría la Subsecretaría de Obras Públicas.

El año 2019, ya en el segundo periodo de presidencial de Piñera, Palacios es llamado a asumir el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo en pleno estallido social. “Aquello fue un golpe a la emocionalidad del país. Quebraron muchas empresas. Pero hay que entender que el ser humano no solo actúa racionalmente. Eso significó que había que poner la pelota en el piso y asumir que las decisiones que había que tomar con las empresas vandalizadas o la frustración de la disminución de la inversión, tenían un componente muy grande de desesperanza”.

Pero este no fue el único gran desafío de su periodo en el gabinete. Con 2020 llegó la pandemia de COVID 19 que afectó a todo un planeta. “Me di cuenta de que, si el aislamiento y el virus seguían avanzando a ese paso, la economía chilena iba a quebrar por completo y los efectos iban a ser peores que la propia pandemia. La gente iba a empezar a morir, pero de hambre. Entonces tuve que empezar a levantar la voz”.

Su postura firme le valió el ingreso a la llamada “Mesa COVID” donde se tomaron las más importantes decisiones respecto al manejo de toda la nación en aquel estado de emergencia.

Al terminar su relato, el silencio imperante en la sala se rompió con una rotunda ovación.

Educación: tareas pendientes

Palacios llegó en octubre de 2022 a la rectoría de la institución de educación superior Inacap. Espacio que ofrece carreras técnicas a profesionales a miles de personas a lo largo del país.

“La educación técnica es hoy el principal elemento de movilidad social en el país”, sentenció Lucas. Luego agregó que, “En general cuando se habla en Chile de la educación superior, uno piensa en las universidades. Y eso es un sesgo cultural que tenemos en Chile y que no se condice con la realidad”.

Sobre el estado de la educación superior a nivel nacional, Palacios concluyó: “Hicimos muy bien en ampliar las opciones y el ingreso a instituciones de educación superior. Pero hoy la deuda es que, a este creciente número de instituciones, hay que nivelarlas hacia arriba en lo que a calidad concierne. No es solo tener más espacios para estudiar, sino que estos sean lo mejor posible”.