11 noviembre, 2024
Desde su paso por Ingeniería Comercial en la UC, Yael Schkolnick tuvo claro que quería construir algo propio antes de cumplir 30 años. Así, en la década de 1990, dejó su cargo en Citibank para dar vida a su primer emprendimiento.
“Junto a mi socia de ese momento compramos una casona de 500 metros cuadrados, del siglo XIX, en el barrio Yungay, y la convertimos en 11 departamentos loft. Estamos hablando del año 96’ aproximadamente, cuando todavía esa zona no estaba de moda”, comenta Schkolnick.
Con ese mismo espíritu aventurero dio vida recientemente a socialup.app, una red social enfocada en adultos de 50 años y más. Su propósito es que esa generación, por medio del aprendizaje continuo y el networking, siga generando ingresos y haciendo negocios.
¿Cómo se vincula la creación de Socialup con tu experiencia previa, Yael?
Cuando estudié no existía la palabra emprendimiento. Se hablaba de hacer empresa, pero no se aprendía, por ejemplo, lo que es una startup como tal.
Primero trabajé un par de años en la banca corporativa en Citibank. Luego, gracias a un consejo que recibí de Matko Koljatic, pasé al mundo del marketing y la publicidad en McCann Erickson y, un par de años más tarde, a los 29, me animé, ya con algo de experiencia, a emprender.
Junto a mi socia de ese momento compramos una casona de 500 metros cuadrados y la convertimos en 11 lofts. Otras experiencias vinculadas al emprendimiento vinieron más adelante. Me asocié con mi hermano y estuvimos 7 años trabajando en fotos para e-commerce. Pero al mes del estallido decidimos cerrar, porque vimos que, en términos de caja, si los problemas sociales se prolongaban la cosa iba a venir negra.
Más adelante, en la pandemia, nació la idea de Socialup, junto a Paulina Leighton, nos interesó estudiar más a fondo el tema de la nueva longevidad y de la denominada “Economía Plateada”. Nos dimos cuenta de que existe un grupo etario un tanto invisibilizado, que ya no se siente joven, pero tampoco viejo. No se perciben como adultos mayores. Son personas que están en una etapa de vida donde, en general, terminaron la etapa de la crianza y tienen más tiempo para sí mismos. Viven cambios y cuestionamientos profundos tales como “A qué me quiero dedicar en mis próximos treinta o cuarenta años”. Personas que, o perdieron su trabajo, o quisieran cambiar de pega pero difícilmente el mercado los va a emplear. Quieren seguir trabajando y generando ingresos. Al pertenecer a esta generación nos resulta muy fácil comprender las necesidades y empatizar. Nosotras lo escuchamos a diario en nuestros Círculos de Reinvención y de Negocios, y de personas con las que nos hemos ido reuniendo.
Nuestra propuesta en Socialup es que se deje de buscar trabajo y con toda la experiencia acumulada que cada uno tiene, se busque un nuevo camino. Los cambios llenan de energía y rejuvenecen, pero también asustan. La idea es hacerlo en compañía, con una red de gente que se apoye mutuamente.
¿Qué problemas o necesidades vieron en el mercado para echar a andar Socialup?
Lo primero que nos hizo clic fue un tema social y económico: si la población está envejeciendo y si la gente sobre los 60 deja de aportar a la economía, nuestro país se va a empobrecer de forma importante. Entonces, más allá de los problemas individuales, como sociedad tenemos que fomentar que este grupo se mantenga productivo. Si no, sólo con mirar cómo se invierte la pirámide poblacional, resulta obvio que la economía se estancará. Por lo mismo queremos promover que la gente se mantenga activa, haciendo negocios y siendo su propio jefe.
¿Cuáles son los desafíos con que las personas se encuentran en esa etapa como profesionales?
A ver, obviamente no es igual para todo el mundo. Te diría que para la mayoría de las personas es difícil la transición de una carrera profesional activa y exitosa a una forma distinta de trabajar. De conectarse con un nuevo propósito y a reinventarse. Hay pocas instancias para abordar estos temas y compartirlos. Por otra parte, somos la primera generación que le toca vivir este tipo de conflictos y cuestionamientos por lo que no contamos con modelos a seguir.
Hay un tema de valoración y de autoestima que es difícil, sobre todo después de una carrera exitosa. Hemos visto que para los hombres suele ser más difícil, porque ellos basan más su ser en el ámbito profesional. Entonces, cuando lo pierden, se cuestionan “Quién soy”. Es un problema de identidad que sacude mucho a la gente.
En términos sociales, ¿cuáles crees que son los desafíos?
El gran desafío es entender que, así como antes existían niños, adolescentes y adultos, hoy existe el pre púber, púber, adolescente, adulto joven, adulto, etc. Pero, a partir de más o menos los 50 a alrededor de los 70, parece que no hubiera una etapa, o que no existiera. Sin embargo, con los cambios demográficos actuales, es gente que va a estar cada vez más activa, física y laboralmente. Que lo entiendan las empresas es muy importante. Es una nueva etapa de vida que no tiene nombre, pero se vive, algo que a la sociedad le cuesta mucho ver y comprender.
¿Cuáles dirías que son los tres proyectos más ambiciosos de Socialup?
El primero tiene que ver con business matching. Es como “Tinder”, pero de negocios. Queremos que gente de todo el mundo coopere entre sí y haga negocios. Por ejemplo, que alguien diga: “Quiero vender collares”, y otra persona le responda: “Exporto collares”. Qué hagan match, en términos simples. También nos gustaría ser una plataforma líder en negocios. Por último, queremos hacer charlas y talleres prácticos para que la gente se mantenga activa y adquiera habilidades necesarias para el emprendimiento y los negocios, pero es un ámbito en el que recién estamos incursionando.
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