Para mí hacer un MBA siempre estuvo dentro de mis planes, desde que salí de la Universidad lo tenía como idea y a medida que fui avanzando en mi carrera laboral sentía aún más ganas de hacerlo. Con ese objetivo, empecé el proceso de preparación que puede ser muy frustrante a ratos, pero las ganas de seguir aprendiendo y perfeccionar mi liderazgo me mantuvieron motivada para lograrlo. Felizmente hoy estoy comenzando mi segundo año en Harvard Business School y puedo decir que cada minuto de esfuerzo y sacrificio valió la pena. También estoy consiente que fui muy afortunada con el entorno que me apoyó incondicionalmente durante el proceso. Desde el ambiente laboral, donde tuve el apoyo de mis jefes y colegas, hasta mis amigas y familia que me celebraban cada paso. También mi marido que fue fundamental, ya que sin pensarlo se vino conmigo a EE. UU. incluso dejando su carrera de lado. Tenerlos a ellos fue lo que me dio la confianza para seguir mi sueño. Lamentablemente sé que no siempre es así.

Estando acostumbrada a trabajar con mayoría de hombres, la verdad es que no le tomaba la importancia de que fuese la única mujer chilena en Harvard de mi generación, pensé que había sido coincidencia. Una vez ya en el programa me di cuenta que mi “situación” era exactamente igual en la mayoría de las universidades de Estados Unidos y Europa. Por eso junto a un par de compañeros de MBA Chile (organización que agrupa a todos los estudiantes de MBA en el extranjero), nos preguntamos qué tan cierta era esa sensación. Decidimos ponerle números y los resultados hablaron por sí solos. Ese fue el momento donde dijimos “tenemos que hacer algo”. Del total de chilenos estudiando en el extranjero solo un 13% somos mujeres (datos a febrero 2020), al compararlo con la participación de mujeres de países latinos (incluyendo Chile) la participación sube a un 33% y luego a un 41% si consideramos el total de los estudiantes en un MBA.  Esto además de dejarnos con un montón de dudas nos demostró que hay espacio para que las mujeres chilenas se involucren con el mundo MBA.

Durante el año pasado decidimos hacer una primera actividad como organización para entender si había interés por parte de las mujeres. El evento al cual asistieron más de 110 mujeres nos demostró que nuestro mensaje si quería ser escuchado. Luego de esto nos llegaron muchos mensajes de mujeres que estaban pensando estudiar un MBA, pero tenían muchas dudas respecto a cómo empezar, si se paga o no,  y un montón de inseguridades respecto a si lograrían hacerlo.

Hoy en día con orgullo puedo decir que somos un equipo de 21 chilenos, mujeres y hombres, que estamos trabajando para apoyar a todas las mujeres que quieran hacer un MBA en el extranjero. Nuestro sueño es derribar los mitos y barreras que muchas mujeres creemos de un MBA y lograr reducir la brecha de género en el mundo de negocios en Chile.

Lo que más me ha gustado de haber comenzado esta organización ha sido, en primer lugar, poder compartir con mujeres y hombres este proyecto, aprender de ellos y de cómo podemos construir una sociedad más inclusiva. Junto al equipo poder reflexionar sobre cómo Chile demuestra una brecha de genero más grande que el resto de Latinoamérica, no sólo en esta estadística, sino en muchas más relacionadas con el ámbito de negocios. En segundo lugar, creo que a pesar de que nuestra misión es aumentar la participación de mujeres chilenas en MBA en el extranjero, las conversaciones que se han dado en torno a ello han sido mucho más profundas, dejando entrever problemáticas sociales y culturales en nuestro país. Muchas de las razones que nos cuentan las mujeres tienen que ver con: poca importancia a invertir en su carrera profesional, incompatibilidad del trabajo en negocios y vida personal, falta de ejemplos de líderes mujeres a las cuales seguir, síndrome del impostor, falta de confianza, falta de apoyo y prejuicios sociales entre muchos otros. Con Women MBA Chile no pretendemos derribar todas esas barreras, pero sí crear un espacio donde podamos apoyar al empoderamiento de la mujer y así contribuir a una sociedad con mayor equidad de género.