Tuvimos el privilegio de estar cerca de Sebastián a lo largo de nuestras vidas. Algunos con estrecha amistad y otros con diversos grados de cercanía.

Nadie quedaba indiferente ante su persona. Su inteligencia era desbordante y hasta donde entiendo, formaba parte del selecto grupo MENSA, que reúne a las mentes más brillantes del mundo.

Nostradamus habría dicho que Sebastián tenía trazado su destino y que entraría a la historia como uno de los grandes.

Al igual que Churchill, desde el colegio expresó que ocuparía el más alto cargo en su país. Y lo cumplió con creces. Dos veces presidente. Pienso que lo habría logrado una tercera vez, si no hubiese ocurrido el fatal accidente del pasado 6 de febrero.

Su familia fue su gran cable a tierra, la que se extendió hacia sus amistades más entrañables. Sus negocios le permitieron llegar con independencia a la política, con la autonomía suficiente para poder, además, invertir sus propios recursos en los pilares que consideraba fundamentales para el progreso de un país. Su país. Nuestro Chile.

Las Fundaciones Familia Piñera Morel, dedicada a la educación de los niños y al fortalecimiento de los equipos docentes; la Fundación Tantauco, dedicada a fomentar la conservación de la naturaleza y el medio ambiente; Fundación Mujer Emprende, para potenciar el desarrollo de negocios con nuevos emprendimientos femeninos; y la Fundación Futuro, dedicada a delinear nuevas políticas modernizadoras en diversos ámbitos, para contribuir al desarrollo de nuestro país.  

Se ha hablado bastante de sus principales obras como Presidente de la nación, de su enorme capacidad de gestión y de la pasión que colocaba en lograr los propósitos diseñados junto a sus equipos: reconstrucción post terremoto en breve tiempo; rescate de los 33; incremento meses post natal; rebaja tasa interés del CAE al 2%; creación del Ministerio de Desarrollo Social; fuerte incremento del empleo y del PIB en su primer mandato; subsidio al empleo mujer; liceos Bicentenarios; ley de Unión Civil; y luego, en su segundo mandato, un manejo del COVID impecable y destacado a nivel internacional; creación de la PGU; creación del Ministerio de la Ciencia y Tecnología; y su cuasi inmolación en defensa de la democracia, con el golpe de estado orquestado por quienes todos sabemos.

Sorprende y llama la atención su nobleza y falta de rencor para con aquellos que lo atacaron. Miraba siempre hacia adelante por el bienestar de las personas y hasta su último día en esta tierra. Cómo ayudar para la reconstrucción de las viviendas destruidas por los incendios intencionales en la V Región y que afectan a miles de personas.

En cómo ayudar   a construir un país de oportunidades para todos sus ciudadanos, con desarrollo social y económico, basado en la educación. Ya sabemos cuán destructiva y soberbia llega a ser la ignorancia.

En cómo lograr un Chile más libre, más justo, más próspero, sin violencia y en paz. No hay mayor solidaridad que proporcionar una buena y moderna educación desde la niñez a todos, sin distinción. Con oportunidades para que cada cual pueda realizar y trabajar por alcanzar sus sueños.

Tuvo gestos de delicadeza y cariño hacia muchas personas, cercanas y también desconocidas, de lo que nunca hizo alarde, algunas de las cuales recién nos hemos enterado.

Lo echaremos de menos presidente. Te echaremos de menos Sebastián. Fue una gran orgullo y privilegio ser tus compañeros de Universidad y de la vida. Un muy sentido adiós, con la esperanza y la Fe de encontrarnos bien arriba. Allí hacia dónde tus vuelos ya lo habían determinado.

Rogamos a Dios para que su familia encuentre la Paz y el consuelo por su inesperada partida y que la Fe les permita superar su irreparable pérdida.

Alejandra Rodríguez Cano, Alfonso Rubio, Alvaro Donoso, Andrés Risopatrón, Antonio Kovacevic, Carmen Luz Guarda, Carmen Safián, Carol Rahilly, Carlos Alberto Délano, Cecilia Aguirre, Cristián Coo, Daniel Sansone, Eduardo Morán, Erik Donoso-Torres Roldán, Eugenio Valck, Fabio Valdés, Fernando Cassorla, Gerardo Jofré, Héctor Hermosilla, Isabel Araos, Isabel Walker, Luz María Izquierdo, Jaime Callejas, Jorge Letelier, Jorge Yunis, Juan Carlos Latorre, Laura Matte, Lili Harseim, Luis Justiniano, Manuel Urmeneta, Marcelo Kaplán, María Elina Tanhnuz, Mario Makuc, Mario Tristain, Max Serdio, Patricia Covarrubias, Patricio Estay, Pedro Pablo Díaz, Rafael Aldunate, Ramón Rada, Ricardo Casanova, Soledad Leniz, Verónica Herreros, Verónica Moura, Víctor Bunster y Virginia Rawicz.