7 julio, 2025
En el paper “Funding Contagion through Common Owners”, el profesor Borja Larraín evidencia que las empresas con accionistas controladores en común tienden a enfrentar restricciones de crédito al mismo tiempo, independientemente de si operan en industrias diferentes. Esto sugiere que los prestamistas no evalúan el riesgo de una empresa de forma completamente aislada, sino que consideran también la situación financiera de sus propietarios.
“Encontramos que empresas con accionistas controladores en común sufren de restricciones al crédito conjuntamente, a pesar de estar en industrias o líneas de negocio distintas”, explica el académico.
Para llegar a estos resultados, el estudio utilizó datos de empresas pequeñas y cerradas en bolsa en Europa. Uno de los principales desafíos fue identificar a los accionistas controladores y seguir su participación a través de distintas compañías. El análisis permitió determinar que los oferentes de crédito, toman en cuenta la situación financiera global de los dueños al momento de otorgar financiamiento.
“La principal implicancia es que un dueño en problemas mete en problemas a su empresa también. Puede parecer obvio, pero mostrar este efecto claramente no es fácil, y en gran parte ahí está la contribución de nuestra investigación”, señala Larraín.
Esta investigación abre nuevas líneas de reflexión sobre cómo los vínculos societarios pueden generar contagio financiero y sugiere que tanto empresas como instituciones financieras deben considerar con atención la estructura de propiedad al evaluar riesgos crediticios.
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