26 septiembre, 2025
Bárbara Etcheberry: “Cuando los problemas son tan infinitos, hay que decidir qué vas a tomar y qué no. Al principio, mi equipo no entendía mi afán de revisar la asistencia y la deserción de las mujeres. Hoy lo comprenden y le ven el valor”.
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En la más reciente versión del ciclo de conversatorios de Diálogos de Compromiso Social, la egresada de la Facultad de Economía y Administración UC, Bárbara Etcheberry conversó con la directora de Ingeniería Comercial UC, Victoria Valdés y la directora ejecutiva de Corporación Simón de Cirene, Alejandra Canessa, bajo la temática “Liderar con sentido: cómo transformar destinos”.
Tras una exitosa carrera profesional, donde se destaca su participación en la implementación de la Jornada Escolar Completa en el Ministerio de Educación, Bárbara crea la fundación Soymás, cuya misión es promover una formación integral a madres adolescentes. Se les da contención psicosocial con talleres dirigidos por profesionales de la salud mental. También se les ayuda a completar sus estudios secundarios y a aprender un oficio y, finalmente, se les ayuda a su inserción laboral a través de convenios con grandes empresas que les aseguran prácticas y eventuales empleos. La idea es darles las oportunidades que su ambiente adverso les negó.
“Constatar la realidad en la que viven estas mujeres jóvenes es angustiante. Entre la violencia, los abusos de todo tipo, el nulo apoyo de la familia, el microtráfico. Es impactante. Ellas sienten que todos está en su contra y las quieren perjudicar. Sin un respaldo real, es muy complejo que salgan de esas situaciones”, explicó Bárbara.
Etcheberry enfatizó que el flagelo de la pobreza en la sociedad chilena es tremendo, pero que hay una tendencia a apartar la mirada a todo nivel. Por eso, hizo un llamado a intencionar el interés desde la educación: “Hay que propiciar que los jóvenes se involucren con la pobreza. Que trabajen, que investiguen. Son los problemas más difíciles. Trabajar de gerente vendiendo bebidas es mucho más fácil que con una niña a la que le han pegado, que la han violado, que desconfía del mundo”.
Según cifras de la fundación, del total de las mujeres con las que colaboran, más del 60% presenta más de cuatro tipos distintos de traumas en su primera infancia, lo que representa más del doble de la tendencia mundial. “Es un grupo de mucho daño. Entonces la intervención y el apoyo debe ser multifactorial. Una cosa es terminar el cuarto medio, aprender un oficio, pero luego está la forma en la que se desempeñan en sus trabajos, debido a su forma de percibir su entorno”, dijo Bárbara.
“Es una frustración lo compleja que es la pobreza”, reflexionó, “puedes levantar recursos, las empresas nos dan opciones de prácticas profesionales y apoyando a las mujeres cuando entran a trabajar. Pero ellas han vivido tanto que, a veces, aún con todo eso, pueden renunciar por una crítica o por presión de sus propias familias. Todo eso va consecuencia directa de la vulnerabilidad. De no tener redes de apoyo”.
Finalmente, Etcheberry agradeció las herramientas que obtuvo en su pregrado en Ingeniería Comercial UC, para poder liderar un espacio tan desafiante, donde constantemente hay que medir, poner metas y presupuestar: “Cuando los problemas son tan infinitos, hay que decidir qué vas a tomar y qué no. Al principio, mi equipo no entendía mi afán de revisar la asistencia y la deserción de las mujeres. Hoy lo comprenden y le ven el valor”.