9 diciembre, 2020
Los tradicionales trabajos de invierno organizados por estudiantes de Ingeniería Comercial se realizarán, de manera excepcional, entre el 21 y 27 de enero y beneficiarán a familias de la Región del Maule.
80 voluntarios se trasladarán este verano a la comuna de Chanco, ubicada en la provincia de Cauquenes, VII Región, con el objetivo de construir 8 viviendas para familias de esta localidad. Así, buscan hacer frente al problema de vivienda y pobreza en Chile, enfocándose en hacinamiento, allegamiento, desigualdad social, desigualdad habitacional.
En un año completamente diferente y La Obra, los tradicionales trabajos voluntarios de invierno de la Facultad debieron postergarse algunos meses. Sin embargo, de igual forma los estudiantes decidieron realizarlos y así, además, incluyeron algunas innovaciones.
Además del cambio de fecha, los trabajos voluntarios aplicarán una serie de modificaciones en la construcción de viviendas. “Optamos por un modelo sobre piso de radier para otorgar una mejor estabilidad y solidificación a la construcción. Además, se incluyen diferentes divisiones dentro de la casa para baño, cocina y diferentes dormitorios. Esto es para que aquellas familias numerosas puedan tener un hogar más adecuado a su realidad”, explica Elisa Sitnisky (5to año), una de las jefas generales de este proyecto social.
Junto con lo anterior, la alumna de 5to año detalla que tendrán diferentes modelos y tamaños de casas, ya que hay familias con necesidades diversas y así podrán sacar mejor provecho a sus viviendas progresivas.
Un elemento clave para la realización de La Obra es el financiamiento. De hecho, constantemente los estudiantes realizan campañas de recaudación de fondos. Es por ello que, actualmente, todos están invitados a realizar donaciones al proyecto.
“Hoy, La Obra es más necesaria que nunca. Llevamos más de 20 años combatiendo la desigualdad social, el problema de vivienda y la pobreza en Chile. Por eso invitamos a toda nuestra comunidad a ayudar a que el proyecto perdure por muchos años, dándole un nuevo hogar a las familias más necesitadas de nuestro país”, destaca Felipe Díaz, jefe general.
Por más de 2 décadas los estudiantes de nuestra Facultad se han organizado para llevar a cabo este proyecto social, que ha beneficiado a familias de sectores vulnerables a lo largo del país. Así, desde 1998, todos los inviernos los alumnos de la Facultad se han trasladado a diversas localidades de Chile.
Durante los 6 últimos años, han brindado ayuda a lugares como San Clemente, Punitaqui, Yerbas Buenas, Sagrada Familia, Pelarco y Curepto. Así, más de 800 estudiantes han levantado un total de 72 viviendas.
¿Cómo definen a quiénes ayudar? Durante los años la metodología ha variado. Desde 2015 utilizan el Índice La Obra, construido a partir de datos de la encuesta CASEN. De esta manera, usan indicadores de ingreso per cápita, calidad de vivienda, hacinamiento, escolaridad, seguridad social, carencia de servicios básicos, allegamiento. “A partir de esto se evalúa según logística (cercanía a Santiago y a tiendas de grandes de materiales de construcción). Después se visitan presencialmente 2 o 3 comunas para, finalmente, seleccionar una, según todos los criterios y relación con la municipalidad”, señala Paula León (5to año), jefa general del proyecto.
El verano de 2021 La Obra beneficiará a familias de Chanco, localidad rural que, de acuerdo a los datos de CASEN, 40% de los hogares se encuentra en situación de pobreza multidimensional y un 30% sufre de carencia de servicios básicos.
Son cientos de familias que han sido beneficiadas a través de La Obra y sus testimonios, sin duda, lo reflejan.
“El impacto que nosotros tuvimos en nuestra comunidad fue extraordinario. Se dio solución concreta a las necesidades de vivienda, una de las necesidades más importantes de nuestra comunidad. Hubo una relación extraordinaria. Nunca me imaginé que los voluntarios iban a tener tanto contacto con las familias. Fue algo especial y distinto”, destaca Carlos Henríquez, Director de Desarrollo Comunitario (DIDECO) de Curepto (La Obra 2019).
“Una nueva casa significó mucho para nosotros, estamos muy contentos con mis hijos. Muchas gracias por el sacrificio que ustedes hacen por nosotros. La relación con los voluntarios es algo que nunca se olvida, los recuerdo todos los días. Fueron como mi familia», señala Lorena Villanueva, Curepto (La Obra 2019).