17 enero, 2019
El académico de la Escuela de Administración ha sido reconocido, entre otras cosas, por su trabajo como formador de generaciones de ingenieros comerciales UC. Es por eso que conversamos con él para conocer su experiencia durante décadas como educador.
Julio Gálvez es Profesor Titular UC y es reconocido por su excelencia docente, ha sido asesor en temas financieros de empresas en Chile y Latinoamérica, se ha desempeñado como consultor en Chile del Banco Mundial y actualmente es miembro del comité de vigilancia de fondos de inversión de diversas administradoras.
Desde 1978 se ha dedicado a la docencia en la universidad, formando a una gran cantidad de estudiantes y este viernes 11 de enero se convirtió en el personaje número 27 en recibir el premio al Ingeniero Comercial del año que entrega la Fundación de Egresados de Ingeniería Comercial UC.
Conversamos con él sobre este reconocimiento y sobre el aporte y los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones de Ingenieros Comerciales UC.
¿Qué significa para usted haber recibido este reconocimiento?
Lo que probablemente significa para todos. Es una tremenda alegría, es un reconocimiento a lo que uno ha hecho toda la vida, que simplemente lo he hecho tratando de hacer las cosas bien.
Es un reconocimiento al trabajo honesto, a la dedicación y al cariño que los Profesores y Profesoras ponemos en nuestro trabajo diario.
Cuando estaba estudiando Ingeniería Comercial, ¿cómo se proyectaba cuando egresara?
Como gerente de finanzas de una gran empresa. Ni siquiera como empresario, porque ese mundo no lo conocía. Todo me llevaba a que yo iba a recibirme e iba a buscar un trabajo en el área financiera tradicional.
¿Por qué decidió dedicarse a la docencia en vez de seguir el camino más convencional que tal era entrar a alguna empresa?
Nunca lo decidí, es un misterio. La vida me llevó por ese camino. Ahora puedo tratar de entender algunas cosas que me llevaron a ser profesor, pero estrictamente hablando, yo nunca tomé una la decisión. Yo vengo de una familia en que mi Papá no era profesional, mi Mamá era una profesora normalista, yo no sabía inglés y para mi ir a estudiar a Estados Unidos era una cosa que estaba fuera de toda posibilidad. Pero me había ido bien en la Universidad y en un momento alguien me dice que la Fundación de Egresados había abierto una beca para estudiar en Estados Unidos y el compromiso era volver a la Universidad a ser profesor full time.
Me gané la beca y tuve que volver a hacer clases. En ese proceso, cuando llevaba dos o tres años, empecé a darme cuenta de que era muy bonito enseñar a la gente y ver cómo la gente crecía. Sin darme cuenta fui viendo que en el fondo yo era como un jardinero, que luego de regar las plantas, ellas crecían. Quizás fue eso, pero es un proceso que uno no va racionalizando.
Así, comenzaron a pasar los años y aparecieron otros desafíos, materias nuevas, etc. El desafío era mayor, cursos de finanzas, después vino el posgrado. Lo que el proceso de enseñanza genera, es una creación de valor, pero es una creación de valor en lo más profundo, no es el resultado de una transacción comercial, es el resultado de una luminosa relación profesor alumno. Eso es alucinante.
Creo mucho en la parábola de los talentos, en que el Señor a cada uno le da algo y a todos les da distinto y a cada uno le va a pedir cuenta por lo que le dio. Creo que en algún momento me di cuenta de que me había dado un talento y él quiere que lo use bien. No es una gracia mía ser buen Profesor, es un talento que recibí de forma gratuita.
¿Cuál cree que es el principal desafío que enfrentan los ingenieros comerciales de la UC?
Pienso que cualquiera sea la carrera que sigas, el desafío es ser una buena persona. Los Profesores, somos quienes aportamos el último grano de arena en la formación de un joven y el objetivo es que ese grano de arena sea una formación valórica.
El valor del profundo compromiso con los proyectos en general, es otro desafío que tenemos que permanentemente transmitir a los jóvenes. Los profesores tenemos que esforzarnos por transmitir a los jóvenes, la importancia en la vida del compromiso con la familia, con el resto de las personas.
Por otro lado, en lo profesional, un desafío importante para nuestros alumnos, está en internalizar todo lo que se viene con la digitalización del mundo y de la economía y las consecuencias de ella. Los alumnos de hoy, ya en los próximos 5 o 10 años, van a enfrentar un mundo completamente distinto al de hoy. a partir de diez años más. Otro desafío, derivado del anterior, es la necesidad de desarrollar habilidades que le permitan el manejo de datos, algo que sin duda tiene que ver con la cantidad de información que se genera en la web. Si antes era un millón hoy son mil millones de datos en cualquier ámbito. Cómo manejarlos significa un desarrollo de diversas habilidades.
¿Cuál es el principal aporte que hacen los ingenieros comerciales UC al desarrollo del país?
Pienso que los ingenieros comerciales tienen una gran capacidad analítica. Ellos en general, a veces ni se dan cuenta, tienen una capacidad para analizar de mejor manera, los problemas que les toca enfrentar. Los profesores, hemos puesto parte importante de nuestro esfuerzo en el desarrollo de esas capacidades.
Por lo tanto, creo que el gran aporte que pueden hacer es mirar y analizar los problemas con una mirada más profunda, haciendo uso de las herramientas de análisis que han adquirido. Además, la formación de economía que tienen los administradores les da una amplitud y una capacidad de analizar con mayor profundidad los problemas de las empresas y las organizaciones. Desde un punto de vista profesional, ellos están llamados a aportar al país, usando sus conocimientos para tomar buenas decisiones, tanto en el ámbito de la empresa, como en el de la economía, pero siempre poniendo por delante a las personas, en particular, a los más necesitados.