El pasado martes 6 de mayo, la Facultad de Economía y Administración UC recibió a Emanuel Pacheco en el cuarto encuentro de Notables UC!, un espacio que conecta a estudiantes con egresados que han trazado caminos profesionales únicos. Con honestidad y cercanía, el reconocido Ingeniero Comercial UC con la Medalla Centenario de la Facultad de Economía y Administración, compartió una historia marcada por la resiliencia, el emprendimiento y la búsqueda de propósito.

“Crecí en Bogotá, en la época más cruda de Pablo Escobar”, recordó. “Vivíamos rodeados por grupos armados: paramilitares, guerrilla, el ejército… nadie sabía a quién temerle más. En el colegio me revisaban la mochila todos los días por si llevaba una bomba. Uno se terminaba acostumbrando”. 

Esa realidad lo empujó, junto a su familia, a tomar una decisión clave: emigrar a Chile. “Hicimos un FODA familiar en el comedor de la casa. Yo no me quería venir, amaba mi universidad en Colombia. Pero no había plata para quedarme”, relató. 

Ya en Chile, Emanuel decidió empezar desde cero. Cambió la ingeniería mecánica por la economía, ingresó a la UC a mitad de año y enfrentó un proceso de adaptación desafiante: “Me costó un año hacer amistades. Me veían con acento extranjero y pensaban que era un estudiante de intercambio. Fue duro. Recuerdo una clase de contabilidad donde el profesor hablaba rapidísimo y con chilenismos. Yo pensaba: ‘¿De verdad estoy en un país que habla español?’”. 

Pero esa incomodidad no lo detuvo. Al contrario, fue el punto de partida para una historia de emprendimiento temprana y ambiciosa. “Desde la sala de computación de la UC mandé mi primer mail para negociar una franquicia. Mientras aún estudiaba, logré abrir 13 locales. Me inventé el cargo de ‘gerente de gestión de franquicias’ para coordinar a las familias que habían invertido. Aprendí muchísimo, pero también fracasé”. 

Para Emanuel, el fracaso no es sinónimo de derrota. “Si nunca has fracasado, es porque no has intentado lo suficiente”, afirmó. Citando a una emprendedora que admiraba, compartió una anécdota que marcó su visión: “En su casa, el papá preguntaba todos los viernes: ‘¿En qué fracasaste esta semana?’. Si nadie decía nada, se enojaba. Porque eso significaba que no lo habían intentado”. 

Durante su charla, también reflexionó sobre el bienestar y la salud mental, en un momento particularmente emotivo del encuentro. Compartió cómo lo impactó la historia de su hija Katy Summer, la cual se quitó la vida tras ser víctima de ciberacoso. “Katy tenía una frase en la cocina que me marcó profundamente: ‘Si tus sueños no te asustan, es porque no estás soñando lo suficientemente grande’”, dijo. 

Emanuel hizo un llamado a perder el miedo a conversar sobre temas difíciles: “Hablar del suicidio no provoca el suicidio. Preguntar no empuja a nadie. Al contrario, puede ser un alivio. A veces no hace falta tener las respuestas, sino solo estar presente con empatía”. 

Con emoción y convicción, cerró su intervención con un mensaje directo a las y los estudiantes: “No sobreestimen lo que se necesita para ser empresario. Ustedes ya tienen lo más importante. Aprovechen ahora, que no tienen hipoteca, ni hijos, ni grandes responsabilidades. Es el mejor momento para lanzarse”.