Está en segundo año de Ingeniería Comercial y gracias a un proyecto que desarrolló en plena pandemia, Agloferia, Brithanny Segovia ingresó a nuestra carrera mediante la admisión de científicos/as destacados, donde, tal como dice ella “me jugué todas mis cartas para entrar”. Aquí, su historia.

Desde que estaba en el colegio, Brithanny Segovia, tuvo inquietud y habilidades para las ciencias. Impulsada por una de sus profesores, participó en una academia de biotecnología y emprendimiento, donde tal y como cuenta la estudiante de Ingeniería Comercial “ahí salió mi lado creativo, porque antes no tenía mucha relación con la ciencia ni el emprendimiento y como que acá me explotó todo eso. Me di cuenta que tenía habilidades y ahí partió todo”.

Brithanny es miembro de Tremendas, organización que busca conectar y ser punto de encuentro y conexión entre niñas, adolescentes y jóvenes movidas por la transformación social, en el área de Ciencia y Tecnología, donde lideró equipos de STEM, además de ser parte de Camiseteados de TVN, proyecto que busca visibilizar, celebrar y premiar a personas comunes que llevan a cabo tareas extraordinarias con las que impactan a las comunidades en las que se desenvuelven. 

¿Qué la hace ser parte de estas iniciativas? Su emprendimiento que surgió en plena pandemia, Agloferia. Tras participar del concurso Niñas STEM Chile, donde ideó el proyecto de poder monitorear las aglomeraciones en supermercados, la idea mutó a las aglomeraciones en las ferias de su comuna, Colina.

“Entonces ahí se me ocurrió esta idea de que pudiese ser como un waze de feria, que la gente misma participe, que ellos mismos digan cuánta gente hay aproximadamente y se vaya informando. Ahí nació Agloferia, creé mi logo y se lo presenté al alcalde, hasta que me dijo que sí y me dio su apoyo. Me contacté con el equipo de comunicaciones, lo implementamos en la comuna, pusimos el logo de la municipalidad y ahí partimos”, cuenta Brithanny. 

En 2020, y ya con el debut de Agloferia, fue elegida como una de las camiseteadas más jóvenes, y según cuenta, fue ahí donde comenzó a averiguar sobre la admisión especial de la UC, impulsada por una de sus profesoras en el colegio. “Yo voy a entrar por esta admisión, démosle”, cuenta Brithanny sobre cómo se mentalizo para si o si entrar por la vía de científicos/as destacados de la UC. 

“No habían muchos estudiantes de cuarto medio que postularan a esa admisión, además que había que mandar un sinfín de documentos, curriculum, premios, carta de patrocinio de organizaciones y fue un proceso bien difícil y me la jugué con todo. Cuando todo mi papeleo estuvo listo, tuve que prepararme con un profesor por una semana para la prueba de precálculo que tenía que dar. Tenía que tener 60% aprobado y tuve 60%”, relata la estudiante sobre el largo proceso por el que pasó para ingresar a la UC, siendo científica destacada.

De todos los postulantes a esa admisión y tras la prueba de precálculo, los preseleccionados fueron solo cinco. Y tras la última etapa de entrevista personal, los seleccionados fueron tres. Entre ellos, estaba Brithanny.

“Cuando vi la cantidad de personas con las que competía en la admisión, pensé ´qué voy a hacer aquí´. Y me la jugué con todo, porque ni siquiera me preparé para dar la PDT. Fue muy loco, porque de tantas personas, quedar, fue bacán”, cuenta.

Ingeniería Comercial no fue la carrera que siempre quiso estudiar mientras estaba en el colegio. Durante mucho tiempo Brithanny pensó que lo suyo era la medicina, cosa que al tiempo descartó porque no era lo suyo. Sin embargo, “durante mi vida y también desde mi familia, viene el lado emprendedor, mi mamá tiene sus emprendimientos, es trabajadora independiente. Entonces siempre he tenido ese lado emprendedor, he tenido muchos emprendimientos”, cuenta Brit, y mientras buscaba sobre las carreras y de que se trataba cada una, se dio cuenta de que Ingeniería Comercial era lo suyo.

Así entró a nuestra carrera, aunque cuenta que en un inicio, no fue lo que esperaba: “ pensé que iba a tener talleres de emprendimiento y era matemática muy dura. Fue como un golpe. Pero luego pensé: ´para algo me estoy preparando´, esto me va a servir para otras habilidades. Con esto voy a desarrollar problemas”, relata.

Para Brithanny, en estos dos años que lleva en la UC y en la Facultad, ha sido fundamental el apoyo que la universidad le ha entregado. “En lo que he necesitado, han estado al instante. Nunca me he sentido juzgada porque me haya ido mal en un ramo, sino que al contrario, siempre han estado pendiente de que necesito, qué herramientas necesitas para que te vaya bien. Es muy así y eso me ha encantado sobre todo, porque te sientes apoyada. Y ahora que ya voy en segundo año, he entendido, y me ha gustado mi carrera, cada día me gusta más y voy a ritmo”, destaca.

“Para mi, nunca fue mi sueño entrar a esta universidad, pero se me dio esta oportunidad y ahora que estoy acá me siento super agradecida y también sé en el lugar que estoy, que es privilegio y que quizás me va a abrir muchas puertas. Entonces si para algunas personas su sueño es entrar acá o el sueño que sea, que le den, que no se rindan y la vida te va creando tus caminos”, finaliza Brithanny.