2 junio, 2020
Los tradicionales trabajos de invierno de Ingeniería Comercial desarrollaron, por primera vez, una publicación que permitirá a toda la comunidad conocer el aporte de los estudiantes de la carrera a la comunidad. Esa es una de las novedades que trae este año la reconocida iniciativa de voluntariado.
De esta manera, a través de la revista todos podrán conocer cómo fue la experiencia de La Obra el año pasado. La publicación realizada por los jefes de este proyecto en 2019 muestra el trabajo de los estudiantes en Curepto, en la VII Región. Además, da a conocer imágenes que retratan los preparativos, la construcción de viviendas y un poco de la historia de este proyecto.
Este, sin duda, es un hito que marca parte de la trayectoria de los trabajos de invierno de Ingeniería Comercial, proyecto social que año a año invita a los estudiantes de la carrera a construir viviendas y compartir con aquellas comunidades que más lo necesitan.
“Si bien no termina con la desigualdad en Chile, es una ayuda para que las familias puedan seguir creciendo. En diciembre del año pasado visitamos de nuevo Curepto y me dio mucha alegría ver como varios habían podido ampliar las viviendas, ponerles varias cosas, personalizarlas y convertirlas en un espacio acogedor”, destaca Paula Leon, estudiante de 5to año y parte del equipo de jefes generales de La Obra 2020.
Son más de 2 décadas durante las cuales se han desarrollado estos trabajos voluntarios de alumnos de Ingeniería Comercial. Este 2020 Chanco, ciudad ubicada en la Región del Maule, será la localidad beneficiada gracias a la labor de más de 150 alumnos de la carrera, quienes durante 10 días tendrán un objetivo común: construir 15 viviendas para las familias más necesitadas de este lugar.
Además del lanzamiento del primer número de la Revista Social La Obra, este proyecto trae algunas novedades para el 2020. Quizás la más notoria es el cambio de fecha en su realización. Debido a la pandemia, se decidió mover la iniciativa para el verano de 2021.
Sumado a lo anterior, Felipe Díaz, Paula León, Ignacio Pérez y Elisa Sitnisky, jefes generales del proyecto, junto a todos los jefes de comisiones, decidieron realizar diversas innovaciones. Estas van desde modificaciones en las viviendas que serán construidas, hasta cambios en las estrategias para recaudar fondos y entregar herramientas a los estudiantes que participarán de los trabajos.
“Ha sido un año sumamente complicado para juntar fondos, ya que el Covid-19 ha golpeado fuertemente a personas y empresas, que ya no pueden aportar o han decidido hacerlo en otras áreas”, explica Ignacio Pérez, alumno de 5to año, y destaca que por eso han debido crear nuevas campañas y formas de recaudación: “Si bien para el segundo semestre esperamos poder tener más actividades presenciales, también seguiremos utilizando las redes sociales y plataformas online. Lanzaremos nuestro sistema de socios La Obra, con el que buscamos que muchas personas aporten mensualmente al proyecto y así tener un financiamiento constante a través de los años”.
En esa línea, Felipe Díaz, estudiante de 4to año, destaca que junto con las campañas también están programando otras acciones a futuro. “Tenemos planeado realizar rifas a beneficencia, postulación a fondos concursables, hacer campañas de crowdfunding, que la revista Social La Obra cuente con espacios publicitarios, y por supuesto, la constante búsqueda de donaciones personales, de profesores, facultades y más personas que quieran hacer La Obra posible”, comenta.
Por otro lado, desde los aspectos más técnicos, si bien se mantendrá el concepto de vivienda progresiva, que permite ser ampliada posteriormente, este año incorporarán algunos cambios. “Queremos mejorar más que nada las terminaciones de la casa. Con el equipo de logística estamos trabajando para ver la posibilidad de dejar hechos los espacios para que las familias hagan las instalaciones eléctricas de forma más fácil”, señala Paula León, alumna de 5to año.
En esa línea, los jefes generales también cuentan que, además de construcciones de primer nivel, con materiales aislantes y de gran calidad, tienen pensado aportar al desarrollo de una mayor parte de la comunidad y no sólo de 15 familias. “Uno de los grandes desafíos que nos propusimos este año es aumentar el alcance de esta ayuda y buscar maneras de servir a toda la comunidad. Hemos conversado sobre la posible construcción de una plaza comunal y de ofrecer talleres libres a todos quienes quieran participar de ellos, pero se encuentra aún en desarrollo”, destaca Elisa Sitnisky, alumna de 5to año de la carrera.
Finalmente, La Obra también cuenta con un área de formación, que busca que los estudiantes reflexionen y den sentido al trabajo que realizan. Por ahora lo han hecho de forma online y a futuro, durante los trabajos esperan lograr una experiencia más personalizada. “Queremos que las formaciones sean cada vez más personalizadas en torno a lo que experimenta cada cuadrilla por separado y ojalá poder hacer algunas de estas reflexiones en las casas con las familias”, concluye Paula.
Una de las principales innovaciones del área de formación es llegar a toda la comunidad de Ingeniería Comercial, no solo a los voluntarios que participan del proyecto en terreno. Por esa razón, puedes seguir en Instagram y LinkedIn las diversas actividades de formación y difusión de La Obra.
¿Te gustaría formar parte de las comisiones de La Obra 2020? Hasta el 7 de junio están abiertas las inscripciones para que puedas sumarte a ellas en distintas áreas: Formación, Comunidad, Logística, Recursos y Comunicaciones. Conoce más información aquí.