2 diciembre, 2019
En esta instancia se reunieron Fernando Coloma del Instituto de Economía UC, junto a Rodrigo Díaz de Valdés y Cecilia Rosales de Derecho, quienes abordaron desde sus áreas de expertise aquellos aspectos que deberían ser considerados en la creación de una nueva constitución.
“Ir generando instancias de conversación para que la gente pueda tomar sus decisiones de la mejor forma posible”, señaló José Miguel Sánchez, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas al referirse a la importancia desarrollar el Foro Constitucional UC, una instancia que se realizó por segunda vez y que reunió a académicos de Ingeniería Comercial y Derecho.
Una de ellas fue Cecilia Rosales, del Departamento de Derecho Público, quien explicó cómo debiera llevarse a cabo el proceso constituyente. “Primero hay que constituir una comisión técnica que, se supone, va a proponer un proyecto de reforma constitucional para dar cauce institucional. Luego, cuando esta comisión técnica fije el marco, habrá que convocar, aprobada la reforma constitucional por el Congreso, al plebiscito en abril del 2020 para ver si queremos o no una nueva Constitución y cuál será la modalidad o el mecanismo para aprobarla”, detalló la académica.
Posteriormente, destacó la importancia de cuestionarse si es necesaria o no una nueva constitución. De hecho, hay quienes argumentan que el documento ha sido un obstáculo para una serie de cambios en materia de salud, educación, entre otros, por lo que sí sería necesaria. Sin embargo, Rosales sostiene que dichas reformas responden a otras causas. “Podemos decir que la Constitución actual no ha sido un obstáculo para los cambios, lo que ha fallado es la voluntad política para hacer cambios que son necesarios para tener mayores niveles de justicia y equidad, considerando que Chile es uno de los países con mayor desigualdad”, señaló.
En esa línea, Cecilia Rosales afirmó que es necesario reconocer que el país vive una grave crisis social, que es signo de una grave crisis política. A su juicio, eso exigiría un proceso de reforma constitucional que otorgue una nueva legitimidad al sistema político, por lo que al parecer el país sí necesitaría una nueva carta fundamental.
Posteriormente, tomó la palabra Rodrigo Díaz de Valdés, de los departamentos de Derecho Público y Derecho Privado, quien abordó los primeros desafíos que deberá enfrentar la convención constituyente. Uno de ellos es la definición de derechos.
Por una parte, están los derechos fundamentales (a la vida, de libertad de expresión, igualdad, etc.) y por otra, ciertos derechos que cada vez han tomado cada vez más importancia. Son los llamados derechos sociales, económicos y culturales, relacionados al trabajo, seguridad. “La disyuntiva que existe hoy es aumentar los catálogos de derechos sociales y junto con ello, dar un mecanismo a las personas para poder exigirlos en tribunales, ya no tímidamente como existe en algunas materias sino de manera más amplia”, destacó Díaz de Valdés.
Ante eso, Díaz de Valdés sostuvo que la convención constituyente deberá tomar una definición respecto a cuáles derechos son considerados en la nueva carta fundamental. Así, explicó que es necesario determinar “si se mantiene una misión conservadora apuntando a que el objetivo del Estado va a ser siempre la mayor protección social posible, pero dentro de recursos limitados en un escenario de equilibrio fiscal, o bien vamos a abrir la puerta a presiones que existen para que estos derechos se reconozcan en la constitución y al mismo tiempo lleguen a tribunales y las decisiones se tomen ahí, en vez de en el parlamento”.
Por otra parte, el académico de la Facultad de Derecho, se refirió al régimen político que debería tener el país. “Hoy Chile es un Estado unitario, pero el mandato constitucional es el de tender a descentralizase”, afirmó y además señaló: “No cabe duda de que un Estado mientras más descentralizado es, más posibilidades de desarrollo tiene. Pero se tiene dudas de cuán adecuado podría ser para la realidad chilena, donde encontramos regiones que ni siquiera tienen universidad, centros de estudio, centros productivos, que puedan llevar a cabo procesos tan amplios y tan integrales”.
Posteriormente, Díaz de Valdés se refirió al rol que tendrá el presidente, es decir, si se seguirá con un régimen presidencial o se va a transitar a un sistema semi presidencial, con un jefe de gobierno y un jefe de Estado. “Hay muchas ideas que rondan este concepto de un presidencialismo que ha fracasado principalmente porque ha desvinculado al Congreso Nacional de la función administrativa”, concluyó.
Finalmente, se sumó al Foro el académico del Instituto de Economía, Fernando Coloma, quien destacó aquellos aspectos de la actual Constitución que promueven el desarrollo económico del país, donde el sector privado sería el más eficiente para crear riquezas. “Una reforma eficaz es con una participación directa de la empresa privada. Cuánto espacio tiene para desarrollarse es clave para los resultados finales que se puedan obtener”, señaló.
Es por esa razón que Coloma explicó la importancia de revisar los procedimientos legales, para promover el desarrollo empresarial. “El cómo se diseña una política y la competencia que puede haber de ésta es muy relevante para asegurar buenos desempeños económicos”, afirmó.
Finalmente, respecto a si Chile requiere o no una nueva constitución, el economista se mostró más bien contrario. “Pienso que, en general, la petición del cambio constitucional debería estar en el 10 de las prioridades… muchas de estas demandas sociales se pueden canalizar con la actual Constitución. La crisis de legitimidad no se va a corregir con una nueva constitución”, concluyó.