29 junio, 2023
En esta columna, nuestros egresados Camila Fernández, de The Climate Change High-Level Champions, y Gaspar Guevara, de Manuia, se refieren al cambio climático y a los desafíos que las compañías tienen por delante en esta materia.
Desde 2015 con el Acuerdo de París , el involucramiento del papel que desempeña el sector privado en la agenda climática ha evolucionado exponencialmente y ha logrado comprender su rol en este.
Este último acuerdo marcó un hito sin precedentes en términos de lograr fijar el compromiso de realizar los esfuerzos necesarios para frenar el cambio climático, que incluye y confía en la colaboración del mundo empresarial con el sector público en un proceso virtuoso para alcanzar un límite al aumento de temperatura. Esto ha generado una carrera entre quienes se suman con sus esfuerzos y modelos de negocio para lograr que la temperatura no aumente más de 1.5°C. Hoy en día, los compromisos públicos climáticos son parte del actuar de las empresas (más de 9.000 empresas lo han hecho a través de Race to Zero y más de 550 instituciones financieras a través de GFANZ[1]).
Estos compromisos impulsan el trabajo del sector privado, requieren de una planificación sobre cómo rendir cuentas por medio de una estrategia de reducción de emisiones y de la movilización de financiamiento hacia soluciones climáticas. También implican comprender los riesgos a los que están expuestas debido al cambio climático y, por lo tanto, la construcción de resiliencia en toda su cadena de valor y con todos sus grupos de interés. Pero sobre todo, implica hacer negocios respetando lo que nos rodea, implica accountability y coherencia asumiendo responsabilidad de los compromisos públicos hacia una economía baja en carbono y resiliente, que no sólo mitiga los impactos negativos del mercado sino que busca ir más allá, regenerando sistemas e implementarlos para lograr estas metas. Por lo tanto, nosotros como ingenieros comerciales estamos desafiados a contribuir a estos desafíos resolviéndolos eficiente y estratégicamente.
Un estudio reciente de Deloitte(pie de página; fuente) confirma que más del 40% de las generaciones Z y del millennials cambiarían de trabajo por preocupaciones climáticas, que el cambio climático es una de las principales preocupaciones de estas generaciones, donde el 60% afirma que está entre sus principales prioridades. Estas convicciones tienen un impacto directo en la contratación y retención de talentos dentro de las empresas. Si hoy no nos hacemos cargo de esta agenda quedaremos fuera de la conversación, nos restamos de la construcción de futuro en el que todos tenemos algo que aportar, o al menos sufriremos lo que en inglés se dice FOMO (fear of missing out).
De nosotros depende dar respuesta a los nuevos desafíos y contribuir a los esfuerzos para alcanzar la ambición que estamos asumiendo. Son numerosos los compromisos y acciones que las empresas están tomando en consideración, especialmente tras la evaluación de los Criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza). La manera en que logremos cumplirlos dependerá en gran medida del trabajo que cada uno de nosotros realice dentro de nuestra organización.
Camila Fernández- Encargada de Campañas Race to Resilience, Race to Zero, equipo de los High Level Champions
Gaspar Guevara – Gerente de estrategia y Nuevos negocios, Manuia
[1] https://www.gfanzero.com/membership/